Bayonesa surge como resultado del taller El cuerpo como obra y destino coordinado por Marina Otero durante el año 2015. Los performers trabajaron a partir de una búsqueda por desentrañar un pasado, historias y sentimientos ocultos de sus propias vidas. Hecha por diez performers y dirigida a diez espectadores.  Sucedía en distintos espacios interiores y exteriores: una casa, una terraza, una sala teatral, un bar, una calle, un taxi y un auto. Lxs espectadores eran citadxs en diferentes destinos de Buenos Aires y allí comenzaba la performance; un recorrido incierto más parecido a la vida que al teatro.